¿Todos los guantes protegen de todos los riesgos? ¿Cualquier protección de la cabeza es adecuada para cualquier tipo de trabajo?, etc, etc.
¿Somos realmente cuidadosos de que los EPIS que utilizamos son los adecuados a nuestro trabajo?
¿Las personas que compran los EPIS disponen de información fidedigna de lo que tienen que comprar?, ¿se tienen en cuenta las características de lo que se compra o a veces el precio adquiere un valor predominante en detrimento de las características de los EPIS?
¿Vigilamos que todos los trabajadores disponen de los EPIS conforme a sus funciones?
¿Estamos todo lo seguros que podemos estar de que se usan los EPIS y de que los trabajadores tienen una adecuada formación al respecto?
Sin menoscabo del principio de que las medidas de protección colectiva están por encima del uso de los EPIS, éstos son necesarios en numerosos puestos de trabajo. Hay muchos aspectos de gestión que debemos tener en cuenta.
En la prevención de accidentes, la gestión de los EPIS tiene un papel protagonista que hay que cuidar, desde la definición de los EPIS en la Evaluación de Riesgos hasta el control de uso por los trabajadores y pasando por los procesos de compra, puesta a disposición y justificación.
Tras la ocurrencia de accidentes, la gestión de EPIS siempre es analizada si su uso era necesario.
¿Te lanzarías a una piscina sin agua teniendo conocimiento de ello? Pues lo mismo es trabajar sin EPIS cuando son definidos y necesarios para tu puesto de trabajo.
Recuerda siempre mi lema: EL PODER ES TUYO, en tu mano está también evitar accidentes y daños para la salud derivados del trabajo; tú también eres PREVYMAN en tu empresa.