¿Dónde he estado y qué me ha pasado?
Juan Antonio es el Responsable de un Servicio de Prevención Propio en una empresa de logística que cuenta con siete centros en todo el territorio nacional y un volumen de trabajadores aproximado de 875 en total.
Le conozco de hace años pues hemos colaborado en distintos foros y hoy me ha llamado pues quiere conocer mi punto de vista sobre un problema que le tiene preocupado.
Siempre ha tenido casos esporádicos de personas que abusan de alcohol u otras sustancias psicoactivas; obviamente, su empresa dispone de muchos conductores en plantilla y, ocasionalmente, han acaecido accidentes en los que subyacía el consumo de alguna de las sustancias citadas.
Pero de un tiempo a esta parte los casos se han incrementado y no parecen disminuir con el paso del tiempo. Además de las consecuencias sociales derivadas de accidentes laborales, esta circunstancia cree que también está influyendo de manera creciente en la salud mental de sus trabajadores y tiene como otro efecto colateral el aumento del número de sanciones de tráfico y de Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Me pide ayuda y me comprometo a visitarle para profundizar en la gestión de la actividad preventiva.
¿De qué medios se dispone para mejorar esta situación?
Llego a la empresa y lo primero es una larga conversación sobre lo que suponen las adicciones y la dificultad de su abordaje en la empresa.
La actuación es compleja, a efectos de gestión, pues depende de la voluntad del trabajador el que se pudiera conocer la adicción a sustancias, juego o, incluso, a las nuevas tecnologías. Y si profundizamos nos encontraremos con un segundo problema, definir de modo nítido la relación causa efecto de la adicción con el suceso acaecido, si ha sido el caso y, además, podemos desembocar en cualquier tipo de enfermedad mental en los empleados; en este caso, la actuación está mejor definida a nivel de gestión y se encuentra recogida en la normativa de prevención de riesgos laborales cuando aborda la gestión de trabajadores especialmente sensibles, concretamente en el Art.25 de la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales. Por tanto, nos encontramos solamente con un asunto de gestión preventiva que tiene carácter continuo.
Llegamos a la conclusión de que debemos abordar un plan de actuación acompañados por profesionales en el campo de las adicciones.
Tras aprobar iniciar este camino en el Comité de Dirección y contar con el apoyo del Comité de Seguridad y Salud, basando el trabajo a realizar en la confidencialidad para con los trabajadores, se decide mantener varias reuniones con una Organización Especializada y se diseña el siguiente Plan de Acción:
- Elaboración de un estudio poblacional en la empresa, en el que estudie la influencia del ambiente y organización del trabajo, factores de personalidad, edad media y los resultados globales de la evaluación de riesgo psicosocial.
- Lo primero es estudiar en qué medida hubieran influido en la génesis y mantenimiento de conductas adictivas en la empresa factores propios sobre los que la empresa tiene cierto control (organización del trabajo, factores del puesto de trabajo…). Una vez detectado este tema, se debe meditar de qué modo se pudieran modificar los factores sobre los que sea posible actuar.
- La empresa planifica la realización de una campaña trimestral con el objetivo de sensibilizar sobre las adicciones y sus consecuencias, así como para difundir la existencia de los medios que pone a disposición de sus trabajadores, haciendo énfasis en la confidencialidad.
- Se decide incluir en los planes de formación e información de la empresa, y vinculándolo a la actividad de prevención de riesgos laborales, charlas de orientación en el campo de las conductas adictivas y sus efectos sobre la ejecución del trabajo. La actividad formativa e informativa en esta materia debe ser desarrollada por recursos especializados y ajenos a la empresa para alejar el temor que el trabajador pueda tener por la pérdida de confidencialidad y el efecto que lo mismo pueda tener sobre su permanencia en el puesto de trabajo. La empresa se limitará a facilitar un contacto con la entidad especializada.
- Esta acción se lleva a cabo fuera del ámbito laboral y sin identificar la pertenencia del trabajador (la acción será multiempresa) a una determinada empresa con el mismo objetivo ya citado.
- Si el trabajador decide dar el paso de tratarse, se beneficiará de un convenio de colaboración entre una organización especializada en tratamiento de adicciones y la empresa para tratar a la persona adicta, siempre salvando la confidencialidad del trabajador. El acercamiento al profesional de la organización especializada siempre deberá partir del trabajador que, reconociendo un problema, busque una solución al mismo. A la empresa, en este momento, solamente le corresponde crear el marco adecuado facilitando herramientas que le permita conservar el puesto de trabajo sin crear condiciones inseguras; a tal fin se ha creado una Comisión de Seguimiento en la empresa donde participan Delegados de Prevención, Servicio de Prevención Propio y Médico del Trabajo.
¿Qué resultados se han obtenido?
Han pasado 12 meses desde la puesta en marcha de este Plan de Acción. Algo ha cambiado.
- Existe disminución de la siniestralidad por accidentes de tráfico en la empresa. La disminución se cuantifica en un 15% comparada con el mismo período del año anterior, lo que ha conllevado la disminución de sanciones derivadas de la siniestralidad.
- Se han iniciado 6 procesos de tratamiento de adicciones de los que 3, en este momento, han tenido éxito.
- La consciencia en materia de adicciones y su relación con la prevención de riesgos laborales se ha incrementado, lo que ha conllevado en parte la desestigmatización de lo que supone una adicción y sus consecuencias.El clima laboral ha mejorado según las encuestas realizadas por el Dpto. de RRHH.
- La empresa ha sido llamada a explicar su experiencia en diversos foros, mejorando su imagen a todo nivel.
“Cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia”